martes, 6 de noviembre de 2012

The role of the CRO and the Board


Fuente: Clifford Chance Essay

Título: The role of the CRO and the Board

Fecha: Septiembre 2011

Autor: Clifford Chance

En el año 20120 la Comisión Europea publicó su Libro Verde sobre las instituciones financieras y el gobierno corporativo. En el contexto histórico en el que se produjo, con la crisis bancaria en pleno auge, parecía que las medidas iban encaminadas a dichas entidades financieras y no a las aseguradoras.

Sin embargo, uno de los mensajes principales contenidos en el Libro Verde tiene particular importancia para las compañías aseguradoras.

Así, una de las principales lecciones aprendidas de la crisis de los mercados financieros es la necesidad de dar un impulso al estatus del Director de Riesgos. (Chief Risk Officer, CRO). En este sentido la Comisión Europea estableció que el Director de Riesgos debe tener al menos el mismo estatus que el Director Financiero, aunque no se estableció ninguna demanda respecto a su participación en el Consejo de de Administración. Es decir, se estableció como mínimo la independencia del Director de Riesgos frente al Director Financiero, de forma que pudiera reportar directamente al Director General.

Posteriormente, en abril del 2011, la Comisión Europea volvió a publicar su segundo Libro Verde, resaltando el tema de la gestión de riesgos y del gobierno corporativo.

Además, en el entorno en que se lanzaban estos Libros Verdes, hay que tener en cuenta el debate generado en torno a la remuneración, no sólo de los ejecutivos sino también de los empleados de funciones clave. Lo que se pretendía era prevenir a los ejecutivos y empleados de emprender acciones y tomar decisiones que supusieran un riesgo no deseado por la compañía.

En Alemania, la normativa del año 2009 relativa a la gestión de riesgos en las aseguradoras, conocida como MaRisk VA (Minimum Requirements for Risk Management in Insurance Undertakings) establece que los ejecutivos de las compañías de seguros son responsables de asegurar la implantación y aplicación de una cultura de riesgos desde la Alta Dirección a los empleados.

El objetivo pretendido es incrementar la conciencia de riesgos y promover el diálogo interno de la compañía en torno a la gestión de riesgos, dando lugar, en general, a una mayor transparencia interna.

La situación actual se puede resumir en que tanto la legislación europea como las transposiciones nacionales han tratado tanto la gestión de riesgos como la remuneración de empleados y ejecutivos.

El Libro Verde de 2011 lo que viene a significar es que la discusión ya no está en la gestión del riesgo sino en la determinación e implantación dentro de la compañía de un role específico y en la cultura de riesgos (“Risk Governance”). En este sentido se mueve también el borrador de la Directiva Omnibus II.

La manera en que cada compañía establezca su “Risk Governance” dependerá de cuál sea su estrategia corporativa. Por lo tanto, el tema de la cultura de riesgos debería empezar a estar considerada dentro de las agendas de los directivos.

Junto con las razones de índole regulatorio, existen otras razones puramente económicas que se deben considerar para el establecimiento del “Risk Governance”.

Las compañías de seguros realizan su actividad en el entorno de sinfín de riesgos: una creciente creciente complejidad en el mercado asegurador, una mayor volatilidad de los mercados, la aparición de nuevos riesgos como el de liquidez, etc.

La situación, y no sólo la respuesta a la crisis actual, ha conducido a las compañías de seguros a plantearse si existe un entendimiento suficiente, una transparencia necesaria y requerida con relación a los riesgos, o respecto el apetito al riesgo y la estrategia de riesgos.

Como conclusión, el autor afirma que, frente a la casi exclusiva atención prestada por las organizaciones al Pilar I de Solvencia II, la normativa europea se convierte así en un aliado institucional para el nuevo role del Director de Riesgos.